La Bella (y) la Bestia: el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio

Hay un dicho popular en el mundo del automóvil que dice que no eres un verdadero entusiasta de los coches si nunca has tenido un Alfa Romeo. Los fabricantes de esta marca nos han acostumbrado desde hace mucho tiempo al estilo increíblemente hermoso que se encuentra exclusivamente en los coches italianos. Desafortunadamente, durante muchos años, la belleza de Alfa Romeo también se ha asociado con su fiabilidad. Cada modelo sucesivo generó grandes expectativas, lo que, lamentablemente, se tradujo en decepciones durante las pruebas y el uso. Sin embargo, desde los modelos 159 y 4C, empezamos a creer que llegaría el día en que la marca italiana dejaría en ridículo a sus competidores alemanes, y ese día finalmente llegó con el lanzamiento del Giulia Quadrifoglio.

Apariencia y estilo

Un vistazo basta para apreciar cuánto más deportivo es el Alfa Romeo que sus rivales. La agresiva línea de los faros, que se fusiona con la hermosa parrilla que obliga a mover la matrícula, llama la atención de inmediato. Una línea tan estilizada no se encuentra en ningún otro modelo de la competencia. Los guardabarros delanteros lucen un trébol de cuatro hojas, que siempre ha traído buena suerte, pero nunca tan rápidamente. El QV también se distingue de la versión estándar por un capó con tomas de aire integradas y un paquete aerodinámico. La parte trasera del vehículo muestra sus capacidades con un escape de cuatro salidas. Sin embargo, hay que admitir que incluso el Giulia, menos potente, conserva su apariencia y llama la atención con eficacia. Por supuesto, se prestó atención a la reducción de peso del vehículo mediante el uso de una cubierta de motor y un techo de fibra de carbono. El divisor delantero, que se mueve para optimizar la carga aerodinámica, está hecho del mismo material.

Interior

El interior del vehículo tiene un diseño bastante minimalista; una vez sentado, no te sentirás abrumado por una multitud de interruptores ni decoraciones innecesarias. Todo está diseñado para evocar un estilo deportivo y ligero, sin distraer al conductor. Cabe destacar, sin embargo, que la fibra de carbono utilizada en el volante y el salpicadero es realmente impresionante. Los materiales utilizados en el habitáculo son de muy alta calidad. El diseño del volante transmite de inmediato un estilo de conducción deportivo.

Motor y rendimiento

El elemento más importante del Giulia es, por supuesto, el motor, un V6 turboalimentado de 2.9 litros desarrollado en colaboración con Ferrari. Genera 510 caballos de potencia, que se transfieren al eje trasero mediante un eje de fibra de carbono para reducir el peso. El bloque motor es de aluminio, al igual que las culatas de ambos bancos. Los turbocompresores twin-scroll están refrigerados por agua, lo que garantiza un funcionamiento perfecto. Gracias a estas tecnologías, todo el sistema alcanza un par motor de 600 Nm, lo que permite al coche acelerar de 0 a 100 km/h en los 3,9 segundos que promete el fabricante. Sin embargo, el rendimiento real no se aprecia en las pruebas de aceleración, sino en las curvas. La potencia transferida al eje trasero elimina el subviraje y permite un paso por curva muy rápido. El perfecto equilibrio del vehículo también es crucial. Todo esto permite una conducción rápida y un excelente agarre, mientras que la alta potencia permite un deslizamiento suave y una dirección fácil, con una sonrisa en la cara. Lo más importante es que, tras unas cuantas curvas, puedes mirar por el retrovisor al M3, incapaz de alcanzarlo. Todo esto acompañado del escalofriante sonido del escape.

El Alfa Romeo Giulia ha restaurado la confianza en las capacidades de la marca. Este coche satisfará incluso a los conductores más exigentes. Si bien antes esta marca se elegía con pasión, ahora el sentido común también dicta la elección de este modelo sobre la competencia.

Nos gustaría agradecer a R4Less por prestarnos el coche.